La industria del tabaco en México es un sector muy pequeño que genera apenas el 0.01% de los empleos en el país. Asimismo, el consumo del tabaco ha heredado una enorme carga económica al gobierno para enfrentar los gastos en salud pública que ocasiona, en tanto que los ingresos por impuestos al tabaco contribuyen muy poco para su financiamiento. Considerando el tamaño del sector en la economía, un incremento de los impuestos al tabaco no tendría impacto significativo en materia de empleos perdidos en el país, y sí podría generar mas trabajo en otros sectores con mayor dinamismo que el del sector tabacalero; además, dicha medida permitiría al gobierno incrementar los recursos necesarios para atender las necesidades en salud por enfermedades tabáquicas.